
Pese a todo, Lourdes
Mayo 2024
Proyecto colaborativo de creación de una Identidad con Inteligencia Artificial junto con Enrique Pomer Subiela, Pablo Salse Fernández y Adriana San Martín de Haro
Primero se usó un generador de identidades falsas por Inteligencia Artificial.
Después, se insertó en ChatGpt el siguiente prompt: “necesito que te inventes la biografía de Lourdes Fernández Arenas que vive en Avda. Rio Nalon, 3, en Boadilla del Monte de Madrid, nació el 26 de octubre de 1986, es escorpio, pesa 94 kg y mide 156 cms, su color favorito es el azul y es desarrolladora de software”
Se fueron haciendo otras preguntas a la IA mientras actuaba y respondía como si fuera Lourdes hasta que se creó una identidad compleja que intenta imitar a la de un ser humano. Con esta identidad, se realizaron cuatro trabajos diferentes:
Un álbum de fotos de la infancia y presente de Lourdes
Una recreación del cajón de su mesilla de noche con objetos personales
Un vídeo de Lourdes contando una historia personal de superación
Varias imágenes de pequeñas variaciones del aspecto físico de Lourdes
Este proyecto fue expuesto ante una sala. Se presentó a Lourdes como un pen-drive con una carpeta llamada “Lourdes” y como un pesado taco de folios de todo el contenido de Lourdes generado durante las dos semanas de su creación: imágenes, código, chats, etc. El público conoció a Lourdes durante 15 minutos de presentación, y, al final, se eliminó tanto la carpeta digital de Lourdes como el taco de folios.
Pese a todo, Lourdes es una exploración artística sobre identidad, memoria y corporalidad en la era digital a través de la inteligencia artificial. A partir de la creación de Lourdes Fernández Arenas, una persona ficticia generada por IA, el proyecto cuestiona los límites entre lo real y lo virtual, así como la manera en que la tecnología moldea nuestra percepción de lo humano.
Uno de sus ejes centrales es la noción del “peso”, abordada desde tres dimensiones: física, emocional y virtual. El peso físico se materializa en objetos tangibles como un pendrive o papeles impresos con los datos de Lourdes. El emocional se vincula a la memoria, imposible de cuantificar. El virtual, en cambio, se reduce a gigabytes almacenados en un dispositivo.
El proyecto también reflexiona sobre cómo la IA representa la identidad. Lourdes es un producto de algoritmos que generan imágenes artificialmente idealizadas, evitando imperfecciones humanas. ¿Es posible construir una identidad digital auténtica sin caer en una visión estandarizada de la realidad?
Además, se explora la memoria y la universalidad de la experiencia humana. A través de imágenes y videos generados por IA, se simulan recuerdos organizados en álbumes y diarios. Aunque evocan momentos familiares –una comunión, un cumpleaños, unas vacaciones–, Lourdes nunca los ha vivido.
A lo largo de la obra, se establece un contraste entre lo digital y lo físico. Lourdes no tiene cuerpo, pero se intenta darle materialidad mediante impresiones, proyecciones y dispositivos de almacenamiento. Estas estrategias subrayan la fragilidad de lo virtual: solo existe mientras haya un medio que lo reproduzca.
Por último, el proyecto cuestiona la capacidad de la IA para expresar emociones. A través de chatbots y generación de textos, Lourdes construye una biografía, pero sus sentimientos siguen siendo una simulación. La IA puede describir emociones, pero no experimentarlas.
Pese a todo, Lourdes invita a reflexionar sobre la autenticidad de lo digital y el papel de la tecnología en la representación de lo humano.